La 'prescripción' enfermera sigue a la espera de un acuerdo

La campaña de vacunación de la gripe despierta de nuevo incertidumbre sobre cómo actuar según el decreto nacional tras un fallo judicial que avalaba la necesidad de la prescripción médica para cada actuación.

N. Monsó. Madrid | 25/09/2017 00:00

El invierno se acerca y con él, la campaña de vacunación de la gripe. Y esta circunstancia hace que vuelva a la palestra la polémica estrella del año pasado entre médicos y enfermeros. ¿Qué pasa con el decreto de receta enfermera? ¿Tendrán que pedir estos profesionales que los médicos visen cada una de las vacunas?

Oficialmente, el Ministerio de Sanidad dejó el tema en manos de los profesionales para que pactaran una modificación parcial del decreto aprobado a finales de 2015. Ambos colectivos, consultados por DM, hablan de acercamiento, sin concretar la modificación, pero piden que el Ministerio de Sanidad les convoque.

Mientras, el Consejo Interterritorial acordó crear un grupo de trabajo, en el que participarán Cataluña, Andalucía, País Vasco y Galicia para avanzar en la redacción de los protocolos y guías clínicas que deberán regular este decreto.

El cambio que persiguen los profesionales se centraría en el artículo 3.2 del real decreto 954/2015 que, según las organizaciones enfermeras, puede generar inseguridad jurídica en cuanto a que el enfermero tendría que contar siempre, y en cada caso puntual, con el permiso del médico para actuar. Mientras, varias autonomías emitieron diversas instrucciones para, básicamente, dejar las cosas como estaban, hasta que se desarrollen los protocolos a nivel nacional.

Fallo en el país vasco

A esto se suma la incertidumbre generada por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco, que mantuvo la suspensión cautelar de una instrucción de Osakidetza para que los enfermeros pudieran realizar la campaña sin problema.

En la sentencia, el TSJ del País Vasco desmonta el argumento utilizado por el Gobierno vasco para justificar la legalidad de su instrucción, con el que "pretende crear una nueva acepción del verbo prescribir, ya que dicen [en referencia a la Administración] que el mero hecho de haberse introducido la vacuna administrativamente en el calendario de vacunaciones ya cabría hablar de prescripción", dejando sin contenido la facultad del médico de individualizar los tratamientos.

Tomás Toranzo, presidente de CESM, indica que "ha habido encuentros, pero casi informales", y defiende que el ministerio debería convocar al Foro de las Profesiones Sanitarias para retomar el tema.

El secretario de la OMC, Juan Manuel Garrote, habla de que "hay predisposición a un acuerdo para llegar a un consenso que normalice la práctica diaria", y espera que la modificación llegue antes de que termine el año.

Más crítico se muestra Rafael Reig, secretario de Acción Sindical de Satse. Lamenta que Sanidad ha dejado el tiempo pasar cuando la solución ya debería haberse encontrado hace un año. Valora que el colectivo enfermero ha cedido bastante: "La norma se ha negociado durante años y habíamos llegado a un consenso. La necesidad de una formación específica, por ejemplo, sabemos que no gusta en la profesión y creemos que no es necesaria ya con la formación de grado, pero Sanidad insistió en este punto y no es nuestra intención que se convierta en un caballo de batalla".