jueves, 7 de septiembre de 2017

'Nuestra prioridad es el cáncer, no el desarrollo de aparatos' - DiarioMedico.com

'Nuestra prioridad es el cáncer, no el desarrollo de aparatos' - DiarioMedico.com







VARIAN MEDICAL SYSTEMS

"Nuestra prioridad es el cáncer, no el desarrollo de aparatos"

La compañía de sistemas integrados para el tratamiento oncológico ha experimentado un cambio de filosofía que pone al paciente en el centro de su actividad e incide en la formación de los profesionales para facilitar el uso de sus aparatos.
Gema L. Albendea   |  07/09/2017 00:00



Patrick Kupelian.

Patrick Kupelian. ()
Varian Medical Systems es uno de los principales fabricantes mundiales de sistemas integrados para el tratamiento oncológico, especialmente en lo que se refiere a radioterapia. De origen estadounidense, lleva casi 70 años desarrollando tecnologías de diagnóstico por imagen, aunque ha sido a lo largo del último ejercicio cuando ha empezado a diversificar su negocio y sus procesos de I+D+i, centrándose de forma exclusiva en el cáncer.
Así lo explica a Diario Médico el vicepresidente de Asuntos Médicos de la compañía, Patrick Kupelian, según el cual en 2017 se ha experimentado un cambio de filosofía. "Decidimos dar una vuelta de tuerca, un nuevo enfoque al negocio. Nuestra prioridad ahora es el cáncer, no el desarrollo de aparatos. El paciente está en el centro de nuestra actividad y, por supuesto, siempre tendremos en marcha proyectos para mejorar la maquinaria que hemos puesto en el mercado, pero también aportaremos otras innovaciones relacionadas con este campo".
  • "El 60 por ciento de las máquinas de radioterapia que se usan en el mundo son de Varian; sólo hay 3 países en los que no está presente”
Aunque no quiso desvelar su nombre comercial, el portavoz de Varian puso como ejemplo una de las últimas aportaciones de la corporación, presentada el pasado mes de mayo en el 36º Foro de la European Society for Therapeutic Radiology and Oncology (Estro), celebrado en Viena. "Contribuye con unos procesos de radioterapia de mayor precisión; entre el 80 y el 90 por ciento de los casos de cáncer podrían ser tratados con ella".
Desde su punto de vista, esa apuesta por la precisión está permitiendo a los profesionales dar una radiación mucho más individualizada, con la que se consigue elaborar terapias de periodos más cortos y llevaderos para el paciente. "Está sirviendo para desarrollar la técnica de la radiocirugía; es mucho más complejo pero tiene mejores resultados", comenta el directivo.
Por ejemplo, con la oligometástasis. "En el pasado teníamos que decir que no a la radioterapia para tratarla, porque era muy complicado curar a esos pacientes con las tecnologías que entonces existían. Ahora mismo, gracias a la precisión de los nuevos dispositivos, hay posibilidad de hacer desaparecer la metástasis en diversas partes del cuerpo", destaca Kupelian.

Proyectos

La corporación tiene en marcha diversos proyectos para facilitar el acceso a sus tecnologías, un problema bastante habitual por su elevado coste. "Es un escollo al que se enfrenta España, pero también otros muchos países. Por eso estamos buscando la forma de poner en el mercado aparatos fácilmente replicables en cualquier parte del mundo que tengan una buena relación entre coste y eficacia".
  • "Estamos comprometidos con la formación; cada profesional asociado a un tratamiento oncológico ha de saber cómo funcionan nuestros dispositivos”
Un reto al que se le ha sumado un nuevo parámetro: la necesidad de que las máquinas sean más intuitivas y fáciles de manejar. "Nuestra intención es la de simplificar las operaciones. A medida que el mundo avanza, los dispositivos tienen más gadgets, y si la integración no es correcta terminan dando muchos errores. No queremos llegar a ese extremo", opina Kupelian.
Ese es uno de los motivos por los que Varian prefiere evitar entrar en el apartado del Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés). "Nuestros aparatos recogen importantes cantidades de información sensible que no debe difundirse sin un control exhaustivo, hemos de contar con plataformas eficientes para ello, algo que puede complicarse dependiendo de los entornos en los que se muevan". Y añade: "Hay que tener en cuenta que esos datos van a intercambiarse entre departamentos, probablemente entre hospitales, incluso entre asociaciones y sociedades científicas. Todo ello conlleva problemas relacionados con la confidencialidad de los datos".
No obstante, la compañía no deshecha completamente el ámbito IoT: "Estamos desarrollando máquinas capaces de llamar por sí mismas a la central poco antes de que se presente un problema que las inutilice. Esto permite gestionar mejor su tiempo de uso y evitar averías que frenen la radiación en los pacientes".
  • "El IoT es complejo, hay que asegurar la confidencialidad de los datos en el intercambio de información entre departamentos”
Otro de los proyectos de Varian está enfocado a laformación de los profesionales, con el fin de facilitar el uso de sus aparatos. "La precisión de los nuevos dispositivos requiere una correcta cualificación. Si nosotros supervisamos la formación nos aseguramos de que se aplique el tratamiento adecuado, dirigido al punto correcto en el que se necesita, y que de esta manera sea más exitoso", afirma Kupelian.
En cualquier caso, puntualiza que estos programas educativos han de diseñarse desde los puntos de vista de los distintos agentes de salud que participan en las terapias oncológicas. "Las innovaciones tienen que estar a disposición de los físicos médicos, de los tecnólogos, de los oncólogos... de todos aquellos que van a acompañar al paciente, a diseñar su tratamiento, a supervisarlo, a tener en cuenta cualquier complicación. Hay muchísimos profesionales asociados al proceso y todos tienen necesidades distintas de formación, una formación de la que dependerá el éxito o el fracaso del tratamiento".

Principales cifras de la compañía

Desde su fundación en 1948, Varian ha conseguido convertirse en un referente en radioterapia, radiocirugía, braquiterapia y protonterapia. Con sede en Silicon Valley (California), diseña, fabrica, vende y presta soporte postventa de equipos de hardware software, dando trabajo a 6.400 personas en todo el mundo, de las cuales 90 están en España.
Es el mayor productor mundial de equipos de radioterapia, con más de 7.500 aceleradores lineales, 4.000 redes de gestión oncológica y 50 salas de protonterapia instaladas. Un despliegue de medios con el que trabajan más de 100.000 profesionales y con el que se trata a unas 2,8 millones de personas al año. Todo ello le aporta unos ingresos que rondaron los 2.200 millones de euros en el pasado ejercicio, de los que casi el 50 por ciento fueron generados por su división de software y servicios a la empresa.
OBSERVATORIO DM-VARIAN

Reto en radioterapia: reducir la obsolescencia de las máquinas

Políticos, gestores, industria y profesionales sanitarios analizan la especialidad, poniendo el foco sobre sus problemas.
Gema L. Albendea   |  24/07/2017 00:00



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Patrick Kupelian.

Patrick Kupelian. ()
  • Patrick Kupelian.
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  • Domingo del Cacho.
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España tiene un importante reto por delante en materia de oncología radioterápica: reducir los niveles de obsolescencia de su parque de máquinas para terapias contra el cáncer de cara al aumento de pacientes que se esperan para los próximos años. Se calcula que el 42 por ciento del actual parque tecnológico que existe en España dedicado a la radioterapia para pacientes de cáncer tiene más de 10 años, casi el tope de su vida útil. Una tasa preocupante teniendo en cuenta que el 60 por ciento de los enfermos oncológicos supera los 65 años y que, con el paulatino envejecimiento de la población, se espera que el número de pacientes aumente un 25 por ciento de aquí a 2025.
Así lo plasmaron los participantes de la mesa de debate El futuro de la radioterapia en el sistema sanitario español: retos y oportunidades, organizada por Diario Médico y Varian Medical Systems. En ella participaron Manuel Molina Muñoz, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid; Carlos Ferrer Albiach, presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR); Domingo del Cacho, secretario del Consejo Territorial de la Agrupación Madrileña de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa); y Cristina Picón Olmos, vicepresidenta de la Sociedad Española de Física Médica (SEFM). También aportaron su visión dos representantes de Varian Medical Systems: su vicepresidente senior de Asuntos Médicos, Patrick Albert Kupelian, y su vicepresidente senior de Asuntos Gubernamentales, Andrew Whitman.
Según el presidente de SEOR, para asumir de forma sostenible ese crecimiento de pacientes que llegará en menos de una década, España necesita 80 aceleradores más de los que tiene actualmente. "Nuestro país cuenta con menos de cuatro aparatos de este tipo por millón de habitantes. Sin embargo, la tasa debería estar entre seis y siete para hacer frente a la avalancha que se nos viene encima", advirtió.
La portavoz de la SEFM agregó que al hablar de envejecimiento del parque de máquinas "tenemos que empezar a hacerlo no teniendo en cuenta la vida del aparato, sino también mirando hacia las novedades que ofrece la industria y que pueden mejorar los tratamientos y la calidad de vida de los pacientes. La tecnología avanza a pasos agigantados y el tratamiento estándar del 2007 no tiene nada que ver con el de 2017".

Gestión

Por otra parte, la vejez del parque tecnológico de radioterapia está afectando sustancialmente a su rendimiento y, en consecuencia, a la gestión de pacientes. "Las máquinas están funcionando al 70 por ciento. Un 10 por ciento de su utilidad se pierde en tiempos muertos y el 20 por ciento restante por averías, porcentaje que probablemente se reduciría con aparatos nuevos", sopesó Domingo del Cacho, también director gerente del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid).
El presidente de SEOR advirtió de que estas paradas técnicas, que pueden retrasar la aplicación de una terapia si no existen alternativas cercanas, reduce entre un 2 y un 3 por ciento la esperanza de curación de un tumor, "algo determinante en aquellos que están alojados en cabeza, cuello o cérvix, por ejemplo". Desde su punto de vista, este problema no se puede resolver "remitiendo a un paciente de un centro a otro que está trabajando al 110 por ciento".
Según el representante de Sedisa, en esta especialidad los aparatos funcionan entre 10 y 12 horas diarias. "Tenemos que rentabilizar 1,5 millones de euros del coste de la máquina en una vida media de 10 años". No obstante, puntualizó que el rendimiento que se les da a las máquinas nunca puede ser del 100 por cien, para que se pueda dar opción a recolocar a pacientes que se deriven por cualquier eventualidad. "Hay que valorar qué colchón hemos de dejar y ajustarlo bien para no perder efectividad ni eficiencia, porque en este caso no nos podemos plantear tener una máquina de reserva".
En este sentido, los participantes en el debate estuvieron de acuerdo en afirmar que la oncología radioterápica es una de las prácticas más coste-eficientes en el tratamiento contra el cáncer. Se calcula que cada paciente tratado con radioterapia le cuesta a la sanidad pública unos 30 euros. "En los últimos años esta técnica ha ganado tanto en eficacia como en precisión, logrando resultados equivalentes a la cirugía en algunos tumores", explica el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
No obstante, Kupelian defendió que se hace necesario documentar "de manera eficaz" los resultados clínicos de esta técnica para hacer patentes las ventajas de la radiología y detectar sus déficits. "Este no es sólo un problema de España, sino global. Debemos impulsar plataformas para conseguir estos objetivos y saber cuál es el coste y la eficacia real de esta terapia oncológica".

El Paciente

Según Molina, se calcula que en Madrid el 60 por ciento de los pacientes oncológicos son susceptibles de recibir radioterapia en algún momento. Sin embargo, en otras regiones, como Ávila o Soria (donde no hay servicio), el acceso a estas tecnologías se hace complicado. "Algunos tienen que recorrer más de 170 kilómetros para recibir una sesión, teniendo en cuenta que son personas que están en condiciones complicadas", advirtió Ferrer.
A finales de 2015, SEOR realizó una encuesta en la que colaboraron todos los servicios de radioterapia de España, que mostraba que en los centros con peores cifras de accesibilidad había un 25 por ciento menos de uso de las unidades. "Muchos pacientes prefieren optar por otras formas de tratamiento para evitar tales desplazamientos. Para solucionar esto habría que sopesar el empleo de unidades satélite", a través de convenios con centros privados que estén más cerca y que puedan ofrecer el servicio de forma puntual. "No podemos permitirnos un centro de tratamiento en cada hospital local, pero sí que hay algunos mínimos que se deberían de cumplir", afirmó.
En este sentido, Whitman aseguró que empresas como Varian tienen en su mano ofrecer convenios y ayudas a las comunidades "para que sus hospitales puedan proporcionar servicios innovadores, de alta calidad y efectividad". Y no sólo proporcionando maquinaria innovadora, también formando a los profesionales sanitarios en esta especialidad.
"En los últimos años hemos avanzado desde el punto de vista innovador y, aunque desde la industria procuramos aportar softwares sencillos para el manejo de las máquinas, es necesario formar y entrenar a los especialistas para que estén al tanto de las últimas novedades. Un campo en el que las empresas podemos aportar mucho valor", concretó Kupelian.

Conclusiones

Envejecimiento poblacional

El 60% de los enfermos de cáncer tienen más de 65 años. Dado que en 2025 la pirámide poblacional estará casi invertida, se calcula que el número de pacientes oncológicos aumentará un 25%

Obsolescencia

El 42% de las máquinas de radioterapia que hay en España ronda los 10 años de vida, lo que implica varias paradas por avería. Es necesaria una renovación y poder invertir en

tecnologías innovadoras

Formación

Los profesionales deben estar formados y actualizados en las nuevas técnicas que van apareciendo. Para ello es necesaria la colaboración de las compañías que desarrollan maquinaria

Coste-efectividad

Pocos saben que la radioterapia oncológica es determinante para la curación del cáncer y que, pese al elevado precio de cada máquina, el coste por paciente para el SNS ronda los 30 euros

Accesibilidad

Algunas regiones tienen bastantes recursos de radioterapia, pero hay pacientes en España que se desplazan más de 170 kilómetros para recibir tratamiento. Debe ser un objetivo reducir las largas distancias

Una donación que ha traído una mayor visibilidad a la especialidad

Durante el debate hubo tiempo para hablar de la polémica donación de la Fundación Amancio Ortega a los 17 sistemas de salud autonómicos.
Según los participantes, ésta va a servir no sólo para renovar el parque tecnológico en materia de radioterapia oncológica, sino que también se ha convertido en un fuerte impulso para mejorar el conocimiento sobre una especialidad desconocida a nivel general. "Hasta ahora no habíamos tenido mucha presencia social. Con la ayuda proporcionada por la fundación, la radioterapia oncológica ha aparecido en muchos medios de comunicación y nos ha dado una visibilidad que hasta ahora no habíamos tenido", aseguró el presidente de SEOR, Carlos Ferrer.
Una afirmación que corroboró Domingo del Cacho, de Sedisa: "No se puede entender que, dada su relación coste-eficiencia en el tratamiento del cáncer, la radioterapia oncológica sea tan poco visible en los hospitales. Se considera un mero ayudante en la terapia, y no un factor esencial, como se piensa del oncólogo o del cirujano. Es un razonamiento que debemos cambiar". Según Cacho, esta especialidad abre "una magnífica oportunidad para hacer unidades de gestión clínica, "y merece tener un hueco en las estrategias de multidisciplinariedad que empiezan a marcarse en terapia oncológica. Es habitual verlo en centros monográficos, pero también puede hacerse en hospitales", comentó.

Renovación

Con respecto a la donación, todos los presentes estuvieron de acuerdo en afirmar que es una importante oportunidad para reducir la edad media de las máquinas de radioterapia oncológica que funcionan en nuestro país, que ronda los 10 años. "Cambiar un aparato cuesta más de 1,5 millones de euros, una cifra que no se puede abordar desde el punto de vista local", advirtió el representante de Sedisa.
La Fundación Amancio Ortega lleva meses articulando con los responsables de la sanidad de las distintas comunidades autónomas la compra de nuevos equipos de tratamiento oncológico, por un valor total de 320 millones de euros.

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