sábado, 14 de octubre de 2017

Un preoperatorio deficiente, causa de óbito en artroplastia - DiarioMedico.com

Un preoperatorio deficiente, causa de óbito en artroplastia - DiarioMedico.com



TSJ DE GALICIA

Un preoperatorio deficiente, causa de óbito en artroplastia

El TSJ de Galicia condena al Sergas por no repetir un electrocardiograma a un paciente de riesgo, pues hubiera detectado la patología coronaria que propició el fatídico desenlace.
Diego Carrasco. Madrid   |  09/10/2017 00:00
 
 

Electrocardiograma
Autor: DM
Dicen los expertos que es un debate mundial la duración temporal o, mejor dicho, cuándo caducan las pruebas de un preoperatorio. La mayoría de los protocolos se basan en las guías de la Sociedad Europea de Anestesiología y en las recomendaciones del The National Institute for Health and Care Excellence (NICE), sus siglas en inglés. La práctica de un preoperatorio tiene una gran importancia en la praxis médica, pues hacerlo de un modo incompleto o inadecuado puede acarrear consecuencias fatídicas.
En este contexto, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Galicia ha imputado al Servicio Gallego de Salud (Sergas) el fallecimiento de un paciente al que se le practicó un "preoperatorio insuficiente". La sentencia, que acoge los argumentos de Alfonso Iglesias, abogado de la Asociación de Errores Médicos, señala que debió repetirse el electrocardiograma, como se hizo con la radiografía de tórax y la analítica realizadas cuatro meses antes de la cirugía de artroplastia.
De esta manera podía haberse detectado la patología coronaria y miocárdica que el paciente padecía, dada su condición de fumador crónico. La autopsia reveló que la causa del fallecimiento se debió a la "arterioesclerosis coronaria y cardiopatía hipertrófica".
  • La sentencia también condena al Sergas por un daño desproporcionado y fija una indemnización para los familiares de 202.000 euros
El caso es el siguiente: un paciente, de 53 años de edad, acudió a un hospital del Sergas para la implantación de prótesis de rodilla izquierda. Se le realizó el preceptivo preoperatorio consistente en ECG, coagulación y radiografía de tórax. En la semana prevista para la cirugía; esto es, cuatro meses después, el anestesista sólo le repitió la analítica y la radiografía, pero no el electrocardiograma. El paciente falleció en el quirófano durante la intervención.
El Sergas alegó que el ECG realizado cuatro meses antes de la operación se ajustó a los protocolos de anestesiología que tienen un periodo de validez del preoperatorio de entre 6 y 12 meses, salvo que se hayan producido cambios en el estado del enfermo, lo que no ocurrió. A su juicio no existió un nexo causal entre la actuación del cuadro médico y el resultado lesivo.

Grave omisión

Los magistrados del tribunal autonómico no comparten los argumentos del Sergas. En primer lugar, "era imprescindible que en el preoperatorio se extremasen las precauciones en un paciente fumador crónico y se repitiera el ECG hecho cuatro meses antes". Es más, como informó el perito judicial, "el riesgo de complicaciones con el anestésico (bupivacaína) se incrementaba al padecer hepatitis C". Por tanto, tal omisión grave constituye una vulneración de la lex artis ad hoc.
En segundo lugar, el tribunal recrimina al Sergas que si el suceso luctuoso ocurrió en el quirófano "no existan anotaciones" en las hojas correspondientes para aclarar lo que pasó. Por tanto, "si la muerte se produjo en el quirófano a quien estaba comenzando a ser intervenido para la implantación de una prótesis de rodilla y tras la administración del anestésico, resulta evidente que corresponde a la Administración, por aplicación del principio de facilidad y proximidad probatoria, demostrar todas las circunstancias exactas en que se produjo el daño".
La sentencia insiste en que "todo paciente que va a someterse a un cirugía requiere una evaluación cardiovascular que establezca su riesgo quirúrgico, ya que una importante proporción de las muertes ocurridas en este ámbito se deben a complicaciones cardiovasculares". En este sentido, el perito judicial explicó que el protocolo de la Sociedad Española de Cardiología resalta que el tabaquismo constituye un factor de riesgo que hace necesario un estudio cardiovascular, máxime si se trata de un varón con edad superior a 40 años. De ahí, que "el ECG debía situarse en el mismo plano que la analítica y la radiografía", enfatiza el fallo.

Resultado anormal

El tribunal gallego también aborda otra cuestión de interés: la aplicación de la doctrina del daño desproporcionado, que ocurre en los casos en los que "el acto médico produce un resultado anormal e inusualmente grave y dispar en relación con los riesgos que comporta la cirugía".
En este caso, la Sala Contenciosa subraya que "el óbito del paciente excede de la previsible y normal consecuencia de la intervención para la implantación de una prótesis de rodilla". Además, en el documento del consentimiento informado para este tipo de cirugía no se hace constar la muerte como uno de los riesgos consignados . Ello quiere decir que "el fallecimiento no se presentaba como una opción posible ni se recogió como riesgo inherente a la operación ni a la anestesia", dicen los magistrados.
El tribunal gallego condena a la entidad gestora a pagar a los familiares del paciente una indemnización de 202.000 euros más los intereses legales desde que se interpuso la reclamación administrativa. Además, se imponen al Sergas las costas del proceso hasta un máximo de 1.000 euros.

Un tema controvertido

Fuentes clínicas han explicado a DM que el protocolo de atención preoperatoria incluye la recomendación de practicar un ECG en pacientes ASA II, III y IV a los que se va a someter a una cirugía compleja. La duración de la vigencia de las pruebas preoperatorias es un tema controvertido. En general, en Europa se acepta la validez de las pruebas en un periodo de entre 3-12 meses si no se ha producido un evento clínico (dolor torácico, etc.) o el paciente no había estado diagnosticado de enfermedad cardiaca previa. Consideran que el periodo de vigencia de la pruebas se establece no solo para evitar gastos inútiles si no para evitar que los falsos positivos puedan generar complicaciones en los pacientes.

Noticias relacionadas


No hay comentarios: