martes, 23 de enero de 2018

Cómo hacer compatible la labor clínica con la de investigación - DiarioMedico.com

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ABIERTA LA CONVOCATORIA DE LA AES 2018

Cómo hacer compatible la labor clínica con la de investigación

La nueva convocatoria de la Acción Estratégica en Salud facilitará ‘reengancharse' a la actividad científica y potenciará la medicina personalizada con contratos a bioinformáticos
Laura G. Ibañes   |  19/01/2018 00:00
 
 

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¿Cómo se aspira a que dediquemos a nuestros mejores residentes a investigación ofreciéndoles uno de los contratos Río Hortega o Juan Rodés si luego, como el contrato formalmente no se lo ha hecho el servicio de salud sino el Instituto de Investigación Sanitaria, no les puntúan esos años como experiencia y van a parar al último puesto de la bolsa de empleo? ¿Cómo se aspira a que contratemos personal para investigar si la ayuda pública que se concede es menor que lo que legalmente se exige que les paguemos? Estas son sólo algunas de las preguntas que surgieron la pasada semana en la presentación de la nueva Acción Estratégica en Salud 2018, que congregó en el Instituto de Salud Carlos III a un auditorio de más de un centenar de investigadores y gestores de I+D.
Las preguntas del auditorio dejaron claro que, en materia de investigación, la preocupación debe centrarse no sólo en las grandes cifras presupuestarias, sino también en arreglar la letra pequeña que sigue dificultando la captación de talento investigador y la compatibilidad con su actividad clínica. Pero la respuesta de Jesús Fernández Crespo, director del Instituto de Salud Carlos III, a todo ello dejó claro también que la investigación sanitaria "no sólo es cosa del Instituto de Salud Carlos III; nosotros la llevamos en nuestro ADN y éste es un paquete de ayudas muy importante pero no es, ni debiera ser el único, por lo que los centros y los servicios de salud autonómicos pueden comprometerse también con la investigación completando esas ayudas" cuando no llegan a cubrir un sueldo completo; del mismo modo que las bolsas de empleo y OPE podrían reconocer ese trabajo de mejor forma en sus baremos.
No en vano, tal y como explicaba el director del Instituto de Salud Carlos III en la pasada edición de la Acción Estratégica en Salud (AES) no se trata tanto de "liberar al clínico para que investigue, sino de ayudarle a hacer compatibles dos tareas", la de asistir clínicamente y la de investigar, que son intrínsecas al ejercicio de la Medicina y que debieran, por tanto, estar contempladas y muy presentes siempre en las fórmulas de contratación y gestión y organización de todos los servicios y centros sanitarios.
Con estas premisas sobre la mesa, los responsables del Carlos III presentaron a los investigadores la nueva AES para 2018, que en esta ocasión llega con mucho adelanto respecto a convocatorias de años anteriores "para que podamos evaluar las solicitudes con más sosiego".
La AES 2018 contará con 115 millones de euros (a los que se suman otras convocatorias como la de 4,5 millones para terapias avanzadas), frente a los 128 millones del año anterior y los 159 de 2016.
Entre las principales novedades de este año, además de la obligación de solicitud electrónica, figura la voluntad de financiar sólo (o de forma muy prioritaria) los proyectos que realmente se ajusten a las líneas prioritarias de investigación que se han definido para este año.

Medicina personalizada

Otro de los grandes cambios será un apoyo más decidido a la investigación en medicina personalizada, forzando al acceso abierto a los datos genómicos que se generen en proyectos financiados con fondos públicos y, por primera vez, otorgando ayudas para la contratación de técnicos bioinformáticos en los Institutos de Investigación sanitaria. 

También se elimina la obligación de haber disfrutado previamente de una ayuda Río Hortega para poder solicitar una Juan Rodés, permitiendo así el acceso a ayudas de investigación a jóvenes clínicos que hayan disfrutado de una estancia de dos años en el extranjero. "Se trata -explican los responsables del Instituto de Salud Carlos III- de facilitarles su vuelta a España". 

Todos los contratos fruto de estas ayudas, salvo los José María Segovia de Arana (los antiguos contratos de intensificación), tendrán que ser además a jornada completa y el antiguo programa Miguel Servet II desaparece (continúa para los que accedieron a un Miguel Servet I en 2013).
Otra de las novedades de este año en la AES 2018 será la posibilidad de incorporar cuatro nuevos grupos de investigación sobre Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) al Ciberned y otros dos grupos sobre Alzheimer o Parkinson.
El calendario de solicitud de las ayudas varía según el programa pero, básicamente, arranca con las primeras ayudas el 14 de febrero y finaliza de forma definitiva con las más tardías el 12 de abril.

Tipos de ayudas y dotación

La batería de ayudas de la Acción Estratégica en Salud es tan amplia que resulta fácil perderse en ella. Básicamente incluye dos bloques: uno de ayudas para contratación de recursos humanos y otro de financiación de proyectos e incorporación de grupos de investigación ya consolidados a los CIBER.
Dentro de la de recursos humanos, las ayudas PFIS, i-PFIS, Río Hortega y FGIN están destinadas a formación de nuevos investigadores y los programas Juan Rodés y Segovia de Arana a investigadores ya experimentados que quieran compatibilizar su actividad con la asistencia sanitaria. Finalmente, los programas Sara Borrel (de iniciación) y Miguel Servet (para quienes ya tienen más experiencia en investigación sanitaria) son para doctores pero que no tienen por qué ser clínicos asistenciales. Este año, además, se incorpora el programa de bioinformáticos restringido a Institutos de Investigación Sanitaria.
En cuanto a la dotación, los contratos i-PFIS y PFIS, de 4 años hasta doctorarse, implican ayudas de 20.600 euros año. Los Río Hortega, de dos años (y continuidad con otros cuatro en ayudas Juan Rodés), están dotados con 26.866 euros al año, lo mismo que los contratos FGIN de formación de personal de gestión de la investigación en salud, que tienen una duración de 3 años.
Para los ya experimentados, los  Miguel Servet duran 5 años y cuentan con 40.500 euros al año (45.000 euros en el caso de los Miguel Servet II que están en extinción). Las ayudas Juan Rodés están dotadas con 45.000 euros y permiten contratos de 4 años, y las Segovia de Arana se destinan a liberar al clínico de la mitad de su jornada laboralpara que investigue, completando su sueldo con 30.000 euros.

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