Castilla y León 'tira' de datos ante las críticas de las plataformas por la sanidad pública

El consejero de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, ha debatido con los representantes de las plataformas autonómicas por la sanidad pública, críticos con la sanidad regional. Asegura que la comunidad tiene menor lista de espera que la media nacional, es la segunda que menos concierta con centros privados y el grado de satisfacción de los ciudadanos aumenta cada año.

P. Contreras. Salamanca | 11/05/2018 12:27

Antonio María Sáez Aguado, Pablo Oyágüez

Antonio María Sáez Aguado (izquierda) y Pablo Oyágüez (derecha) flanqueando al moderador del debate ()

El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, puso este jueves en valor los datos que sitúan a la Comunidad en una posición de liderazgo sanitario frente a la acusación de recortes y privatización encubierta que defiende la Coordinadora de las Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública en la región.

Durante un debate público de más de dos horas organizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca con motivo de su VIII Centenario, Sáez Aguado y el portavoz de la plataforma autonómica, Pablo Oyágüez, escenificaron posturas irreconciliables que dejaron claras en su alegato inicial y que fueron desgranando en torno a 10 ejes de debate que se corresponden con la tabla reivindicativa de estas organizaciones sociales por un sistema sanitario público, de calidad y de carácter universal.

"Asistimos a un cambio unilateral de modelo sanitario que cede activos a las empresas sin ningún debate social por parte de gobernantes que gobiernan como si estuvieran en un cortijo, que no aceptan las críticas y espantan a los profesionales a otras comunidades autónomas; estamos cada vez peor, y si no quiere o no puede reconocerlo, váyase", aseguró el doctor Oyágüez.

Lejos de reconocerlo, el consejero respondió: "Podemos discutir que haya necesidades más o menos atendidas, pero no puedo admitir que cedamos responsabilidad a las empresas. Tenemos 34.000 trabajadores públicos en centros con una gestión pública; ahora, si hablamos de servicios auxiliares, como la limpieza, ése es otro debate".

Así, mientras las plataformas reclamaron recuperar el presupuesto sanitario de 2010, el consejero aseguró que la partida no sólo ha aumentado, sino que en 2017 el gasto final se incrementó en 555 millones de euros. Frente a las acusaciones de precariedad, Sáez Aguado señaló que en los últimos dos años se habían consolidado por oposición 7.120 plazas sanitarias, mientras que en el caso de las demoras hospitalarias recordó que si en España la tasa de espera es de 13,43 personas por 1.000 habitantes, con un tiempo medio de 104 días, en la Comunidad es del 11,03 y 80 días de espera.

"No puedo compartir sus discursos catastrofistas, ¿qué valoración podrían hacer entonces de Canarias o de Castilla-La Mancha, donde se aguardan 178 días para una operación?", planteó, recordando además cómo el último Barómetro Sanitario muestra un notable grado de satisfacción de los usuarios, por encima también de la media nacional.

Pablo Oyágüez, como coordinador de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario de Burgos, afirmó no tener ningún interés en ser catastrofista sobre la Sanidad de Castilla y León -"trabajo en ella", dijo-, pero matizó que si el presupuesto se mide en euros constantes, teniendo en cuenta el aumento en estos años del IPC, el presupuesto está "280 millones de euros por debajo de 2010 y se han ido perdiendo 3.434 millones, recortando capacidad asistencial, camas y personal".

"Algunos informes hablan de una pérdida de entre el 10 y el 15 por ciento de la plantilla orgánica, pero además los jóvenes optan por irse a la privada huyendo de los contratos precarios que se ofrecen en Castilla y León", añadió el portavoz de las plataformas.

En este punto, el consejero, que aguantaba los aplausos a su contrincante y los murmullos del público a sus apreciaciones, fue tajante: "No existen contratos basura en Castilla y León, si alguien me enseña un contrato por horas de un médico, presento mi dimisión".

La jornada se tornó más bronca en los últimos minutos, cuando llegaron las preguntas de los asistentes, sólo tres por falta de tiempo, y ante la aireada propuesta de las trabajadoras del servicio de cocina del Complejo Asistencial de Salamanca, que temen por sus empleos con la implantación de la línea fría.

No hubo acercamiento de posturas, pero sí convinieron en la importancia de celebrar debates de este tipo porque, como aseguró el moderador y decano de la Facultad de Medicina, Francisco Javier García Criado, "la sociedad reclama respuestas", y tras dar las gracias a los participantes, quiso hacer una única aportación: "No se olviden de la formación y la investigación de los profesionales en Ciencias de la Salud".